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La exfoliación es uno de los pasos más importantes para garantizar la salud y el bienestar de la piel, incluso asegurando su apariencia más juvenil por más tiempo.

El hábito de exfoliar también limpia en profundidad, evitando los temidos poros dilatados con producción de cebo, acnés en zonas como glúteos, pecho y espalda, e incluso el típico vello enquistado. Es una gran opción realizar el procedimiento tres días antes de la depilación, lo que ayuda a eliminar las células muertas y afinar la piel, y tres días después para evitar que el vello se enquiste.