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El peeling enzimático se compone de compuestos proteicos, que ayudan a acelerar las reacciones químicas por medio de partículas abrasivas. Se basa en el uso de productos naturales como aloe, calabaza, piña y otras frutas.

Estos productos actúan de forma mecánica, deshacen las uniones existentes entre células muertas y haciendo que se desprendan sin dañarla, activando la circulación sanguínea y estimulando la producción de colágeno de nuestra piel.

Es uno de los tratamientos de exfoliación más suaves que existen, por lo que se suele usar en las pieles más sensibles, oscuras o con acné.

Así, se logra acelerar la renovación celular, disminuir las manchas de la piel, mejorar las líneas finas de expresión, suavizar el aspecto de cicatrices y de estrías, reducir la decoloración y los daños causados por el sol.

¡Todo ello sin dañar las pieles más sensibles!