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¿Qué es el DLM? El drenaje linfático es una especialidad de masaje que actúa directamente sobre el sistema linfático, responsable de eliminar toxinas y mantener en forma el sistema inmunitario. Su efecto se deja notar sobre la piel porque activa la circulación y mejora la micro circulación. Además, hace frente a la celulitis evitando la retención de líquidos. ¿Qué funciones tiene el sistema linfático? Depura y protege. La circulación linfática está ligada a la sanguínea, aunque a diferencia de la sangre, la linfa circula en una sola dirección; es decir, desde los órganos al corazón. El sistema linfático funciona como aparato de depuración o limpieza, pero también ejerce en calidad de sistema de protección y defensa del propio organismo. Además, desempeña una función clave en la nutrición de los tejidos; especialmente gracias a su efecto limpiador, que se deja notar sobre la piel. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los tratamientos estéticos generan un incremento de la irrigación, lo que se traduce en una mejora del aporte nutritivo y de oxígeno sobre el área tratada.

Si deseas ayudar a deshinchar alguna zona, beneficiar un cuerpo con mala circulación el drenaje

linfático es la mejor técnica. Además, si te llega una clienta a la que tiene retención de líquidos, sea por fármacos o cambio de hormonas... este método es la solución.

Esta técnica se dedica exclusivamente al sistema linfático, mejorando su funcionamiento y eliminando toxinas del cuerpo. Junto a maniobras satisfactorias, lentas logras el objetivo de arrastrar el exceso de linfa a los puntos de desagüe. Trata todo el cuerpo y activas la circulación del paciente. Es perfecta para quienes hacen dietas, porque ayuda a limpiar el organismo y eliminar los desechos acumulados activando el metabolismo.

Por otro lado, el sistema linfático funciona como aparato de depuración o limpieza, pero también ayuda a que el sistema de protección y defensa del organismo sea de mayor calidad.

Beneficios

Ayuda en la circulación sanguínea.

Mejora la tasa metabólica.

Suelta la musculatura.

Reequilibra el cuerpo.

Equilibrio emocional.

Fortalece los músculos, los tendones y los ligamentos.

Relaja los músculos, evitando la fatiga y regula el sueño.

Optimiza el rendimiento muscular.

Mejora la oxigenación, e irrigación sanguínea en los músculos.

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